Oferta trabajo webcam Medellín
Tatiana vive en un barrio alejado, pero exclusivo, en las afueras de Bogotá. Oferta trabajo webcam Medellín.
No cumplió 23 años, pero ya puede pagarse un apartamento en esa zona, donde abundan condominios modernos y urbanizaciones privadas.
Tiene profesión, pero con lo que ganaba de eso “no alcanzaba ni para alimentar a la mascota“, según ella.
Un día, una de sus mejores amigas le dijo que “estaba haciendo mucha plata con ‘el webcam'” y se interesó.
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Ahora lleva un año y medio como figura de sesiones eróticas y aceptó conversar con BBC Mundo sobre su experiencia en este poco conocido rubro en América Latina.
Relata lo bien que le ha ido exhibiendo su cuerpo por internet, pero también lo mucho que le costó empezar, y por qué cuenta los minutos para dejar de ser “modelo de webcam”.
A continuación ofrecemos el testimonio de esta joven colombiana, recogido en una conversación que se realizó en un centro comercial en el norte de Bogotá, a mediodía. Ella pidió que su nombre completo y su rostro no fueran revelados.
“Cómo empecé”
Yo no sabía nada de nada sobre esto. Tenía una vida súper normal, con un trabajo normal. Un día, una amiga me dice “quiero hablar contigo y contarte algo”.
Cuando nos encontramos, ella me dijo que estaba trabajando como modelo de webcam. Yo, obvio, había escuchado de eso, pero no estaba dentro de mis intereses y mucho menos le había prestado atención.
Le dije qué tal le había ido y me respondió: “No, parce, me ha ido súper bien, estoy ganando mucha plata quincenal”. Yo le pregunté si a mí me iría bien y me dijo que a los hombres les gustan muchachas como yo y dije “de una”.
Ella me dijo que lo importante es interactuar con los chicos, hacer shows privados y preguntar qué es lo que ellos quieren hacer. Se trata de desenvolverse sexualmente, pero sin contacto. Es fingir cómo follarías en la vida real con un chico. No es mucho, yo creo.
Para las chicas, creo, es muy normal. Si regalamos fotos desnudas a hombres y ellos las comparten, por qué no cobrar por mostrar mi cuerpo en webcam. Si le envías fotos a tu novio, qué hay con que alguien pague por ver tus senos. ¿Por qué existe ese prejuicio?
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En los primeros tres meses a mí me fue muy mal. En mi primer día entró un cliente que hasta ahora me quiere mucho. Me pedía cosas, pero yo no me sabía desenvolver. No sabía de los ángulos o cómo mirar a la cámara. Una trata que todo se vea perfecto, pero yo no sabía. El principio es muy, muy duro. Una está llena de dudas.
Desde el otro lado, la monitora de la sesión me decía que le muestre partes de mi cuerpo, pero no lo hacía bien. Tampoco sabía usar los juguetes. Yo era muy tímida, mostraba algo y miraba hacia otro lado.
Con el tiempo, con otros clientes y viendo a otras chicas, aprendí a desenvolverme más, pero ese primer día fue súper trágico. Fue horrible, horrible, horrible. El principio para todas es lo peor. Es muy duro cuando te empiezan a pedir cosas que nunca habías hecho. Yo me sentía mal y pensaba que tenía mi profesión y estaba haciendo eso por dinero, pero les dije que no me van a ver desnuda gratis. “Si quieres ver mis senos o mi cola, págame”.
Los “clientes”
Hay clientes que se vuelven constantes y te pagan por tener tu número de WhatsApp o contactarte por una red social. Te dan dinero, te pagan viajes e incluso te compran toda tu lista de deseos en Amazon. La mayoría son de Europa y Estados Unidos. Lo que una pide te llega a la puerta de tu casa. Obviamente no son todos los clientes, sino los que se enamoran de ti.
Yo he cambiado de cuenta tres veces y tengo un cliente que siempre me encuentra. Yo quisiera decirle “te odio”, pero el man me dice que solo le gustan los shows conmigo. Le permití a ese cliente que sepa mi nombre y de dónde soy e incluso una vez me dio celos cuando descubrí que estaba en una sesión con otra chica. A veces las cosas llegan a ser así de personales.
Es todo muy visible, casi como un juego. Yo lo veo como un Facebook, donde todos te están viendo, pero además te están pagando. Al principio me era incómodo, pero ahora a mí me divierte mucho mi trabajo.
Otra vez, le di a una persona la oportunidad de conocernos en la vida real. Él me daba mucho dinero y me pidió hacerme la visita. Por todo eso acepté que nos veamos y él vino a Colombia. Nunca se sobrepasó ni quiso tener relaciones sexuales conmigo, no pasó nada. Vino de Estados Unidos, me trajo un montón de regalos y me compraba cosas en centros comerciales todo el tiempo que estuvo.
Yo le dejé claro que no quería nada sexual, porque para mí esto es manejar una doble vida. Fuera de esto soy una chica normal y en la cámara soy otra que se desnuda frente a la computadora. No soy una puta, a mí nadie me compra. Yo estoy con quien yo quiero.
Cuando se fue, él lloró. Me dijo que quería casarse conmigo, que yo ya no tendría que volver a trabajar y que me vaya al país suyo. Él se había montado (imaginado) una película súper descabellada. Hay chicos súper descabellados, pero cada una crea su perfil como modelo y decide qué hacer.
“Solitarios”
Los hombres solitarios son los que más encuentras. Una cree que no es así, pero son la mayoría. Es gente tímida, gente con depresiones, que nunca tuvieron una novia o que siguen vírgenes a los 40. Es real y muy duro. Solo buscan eso, hablar y algo de compañía.
La mayoría de ellos te dicen “vente a mi país y vamos a tener una familia”. Yo recuerdo mucho a un cliente que me buscaba una o dos veces por semana y me regalaba dinero porque siempre hablábamos.
A él le molestaba que yo muestre los senos en público y conversamos como cuatro meses. Un día yo le dije que quería saber quién era y por qué se portaba tan bien conmigo. A él se le había muerto la esposa en un accidente de tránsito y luego descubrí que era parapléjico. Por conducir borracho se le había muerto la esposa y él quedó así. Eso fue muy duro y yo caí en llanto.
“No es para todas”
Muchas amigas se dejaron llevar por la ambición al saber lo que pueden llegar a ganar. A muchas les falta la actitud o dejar de pensar que no pueden. Es difícil cuando eres apenada o estás insegura con una parte del cuerpo.
Cuando entras a un trabajo así, cualquier cosa puede pasar. Todas las que he visto han salido llorando y diciendo “ay, me va mal”. Lloran todas por cómo les va. Seguro hay casos de chicas a las que les piden cosas y se ponen a llorar.
Lo que tú no quieres hacer no lo haces, pero hay otras chicas que se dejan afligir por esas cosas, como cuando les dicen perras. En mi caso a mí no me ha pasado. Que me lleven a un show privado no significa que debo hacer lo que ellos quieran. Yo hago lo que yo quiero. Las reglas son mías y solo yo mando en mi sala.
“Venezuela…”
Las mujeres latinas están trilladas porque cobramos barato. Las chicas latinas quedamos como las “regaladas”. Esto es más grande desde lo que pasa con Venezuela. Por ejemplo, hay grupos de hasta ocho chicos y chicas que hacen sesiones juntos. Hacen sexo duro. El problema de las latinas, en general, es que quedamos como muy regaladas. Demasiado. Hay chicas y chicos, no es solo de mujeres. Esto empezó con la crisis (de Venezuela).
En la vida real
Me pude ir a vivir sola, he viajado un montón, siempre compro lo que quiero y puedo ir donde me gusta. He ahorrado mucho y he ayudado a mis papás un montón. Me fui de la casa, pero sigo pasando dinero a ellos y les hago mercado y ayudo con las cuotas.
Como yo soy profesional, mis papás piensan que yo trabajo en mi carrera y puedo vivir y ayudarlos a ellos. Creen que me gano lo normal y no saben que me llevo tanto dinero. No sospechan nada.
Las extorsiones
Mi mamá cree mucho en mí y por eso no se habla mucho del tema. Alguna vez estuvo cerca de enterarse y yo estaba dispuesta a decir la verdad. Fue gente que odiaba verme triunfar y son envidiosos, una chica me quiso delatar. En este medio se ve mucho que te sobornan o te amenazan. He escuchado casos de novios que se enteran y les pegan a las chicas o no las dejan salir de la casa. Hay historias terribles y si a mí no me ha pasado nada es porque no he tenido un novio en todo este tiempo y la persona con la que salgo sabe toda la verdad.
A una chica, el exnovio se enteró que trabajaba como modelo webcam y le pedía plata para no avisarle a la mamá. Le decía que tenía que volver con él y la perseguía. Era horrible y ella se sentía súper acosada, lloraba.
En otra oportunidad, la mamá se enteró que la hija trabajaba en eso y le cortó el cabello. El otro caso que supe es de un esposo que se enteró y dejó de trabajar para que ella lo mantuviera a él. Le dijo “está bien”, pero tú trabajas sola. Le tenía que dar todo a él.
Desde el día que tú entras al estudio eres consciente que tu información e imagen se puede filtrar. Si una acepta, pues acepta. Hay un convenio que firmamos ante ese peligro. No los podemos demandar. Una es 100% consciente, a mí nadie me obligó. Te lo dijeron y lo explicaron desde el día 1.
Un año más…
Aquí hay de todo. Cosas de las buenas como que a una chica le pagan la operación de los senos o de la cola. Chicas que se casan con los usuarios o se van de viaje. Tú encuentras de todo. Es tu decisión, si aceptas o no.
La verdad esto debería durarme un año más, porque tiene un fin. Ahorro un poco más pero esto tiene un fin. En este momento de mi vida quisiera no hacerlo, ya no quiero estar más conectada. Lo voy a hacer porque sé que es el único modo de conseguir el dinero para lograr lo que quiero. Después de hacerlo ya no estaré más, no más en línea. No creo que las modelos webcam vean esto para largo, aunque es conseguir dinero muy fácil y muy rápido. Un año más y ya. Si puedo menos, mejor.